Cita


"No podem canviar les cartes que ens han repartit, però encara hem de jugar la partida."

Randy Paush



diumenge, 25 de gener del 2009

He viscut una infantesa molt feliç, i dóne gràcies als meus pares per haver-me permés viure-la.
Ells em van ensenyar moltes coses. M'han ensenyat a respectar, a estimar, a sentir curiositat per tots aquells aspectes que ens diferencien als éssers humans, però que alhora ens enriqueixen.

M'han ensenyat que cap cultura no és superior a altra, només és diferent, però també m'han ensenyat a fixar-me no en allò que ens diferencia, sinó en el que ens fa semblants.
Ara em trobe en un món ple d'odi, odi a la llengua que és diferent a la pròpia, odi a persones que no viuen com jo, que ténen altra cultura, odi a qui no s'asembla a mi ni pensa com jo... ?¿ Per què? no podem acceptar que hi ha gent que viu de forma diferent, que té altres prioritats, altres maneres de pensar o inclús altres idees? no podem estimar a qui és diferent? aleshores... a qui podem estimar, només a nosaltres mateixos?
Defense aquella postura que diu que no hi ha races, només cultures, el color de la pell és molt relatiu, es fa difícil separar blanc-negre-groc?¿ això per mi no existeix, la pell pot variar de color, només hi ha una raça, l'homo sapiens sapiens, i les tonalitats no ténen importància. I si la tinguera, només seria de raça blanca aquella persona rossa, amb cavells llisos, pell clara, ulls clars... i negra només seria aquella persona de pell fosca, cavells negres i rissos, ulls negres... (Jo no encaixe en cap dels dos!).
Defense aquella postura que diu que cap llengua és superior a altra. Què m'importa el nombre de parlants si la que jo parle és la meva llengua materna? totes són boniques i de totes podem aprendre, així com de totes les cultures. Hi ha cultures que no entenem, d'acord, però tampoc ells ens entenen a nosaltres. No és cruel maltractar a un bou a una plaça pública? Qui té potestat per a imposar els criteris de mesura?
Defense aquella postura que diu que tots els Deus són un mateix, o energia, força... digues com vullgues, o si no creus, què importa mentre no fages mal en nom dels teus ideals? Respecte.
Idealista, si, però no sóc l'única, i si no veieu el vídeo d'aquesta xiqueta de 12 anys en la qual em veig identificada, perquè aíxí pense.

dilluns, 5 de gener del 2009

Cuando aplaudir


Chim-Pon. Fin de la obra… ¿seguro que ha terminado la obra? , ¿aplaudo ya o me espero a que empiece el de al lado?; a ver si me espero y el director piensa que no lo ha hecho bien… ¿pero… ahora vuelve a tocar? ¿pero cómo?! ¿Cuándo termina? ¿aplaudo o no?... Plas plas… ains… metí la pata, todos me miran, me sonrojo… tierra trágame!


Puede que te haya pasado alguna vez, no sabes cuando hay que aplaudir, y es normal, suele pasar, un fallo lo tiene cualquiera! O no, tal vez no te ha pasado nunca… pero seguramente es porque te esperas. En el mayor número de los casos la mejor opción es esperar y no tener prisa por aplaudir, disfrutar de esos 5 segundos de silencio que nos permiten asimilar una melodía, son unos segundos maravillosos.

Sin embargo, no es un asunto tan complicado, existen una serie de normas básicas de comportamiento en un concierto (de música clásica), unas reglas de urbanidad que no todo el mundo cumple, bien porque se desconocen o por descortesía.
En primer lugar, es importante no llegar tarde a un concierto, sobre todo porque no se deja entrar cuando éste ya ha empezado. Normalmente se suele esperar a una pausa o intermedio para poder entrar.

El silencio, por supuesto, es indispensable. No hace falta explicar por qué (por favor, no intentes tararear la melodía, aunque creas que te la sabes seguramente el cantante que está actuando en ese momento la sabe mejor que tu, y además, ya sabemos que la sabes, yo también la sé, la persona que está a tu lado la sabe también y no la canta, ¿por qué? Porque quiere escucharla, y si cantas o tarareas, ni escuchas ni dejas escuchar).
La carraspera, el estornudo y la tos deben ser evitados en la medida de lo posible, puesto que distraen nuestra atención y la de los demás, que intentan escuchar. Evítese la clásica búsqueda del caramelo por el bolso, el bolsito, el bolsillo del pantalón o el bolsillo de la chaqueta que tenemos apoyada en la butaca de en frente; o peor aún, el ruido que provoca el complicado proceso de desenvolver un caramelo que, parece que los fabrican especialmente “sonoros para conciertos”. Lo mejor es que, si estamos enfermos, nos quedemos en casa tomando un café calentito y a la cama.
Hay que apagar el móvil, claro. El vibrador molesta también, y nada de enviar sms en mitad del concierto, puede que eso desvíe la atención de tu vecino y que te cotillee lo que escribes .

En cuanto se apagan las luces de la sala, o se rebajan, debemos ir terminando esa conversación tan interesante y guardar el silencio de cortesía.
Bien, en este momento es cuando debemos empezar a pensar en el aplauso. En teoría no hay que aplaudir cuando empiezan a salir los músicos de la orquesta sino en el momento en que aparece en escena el concertino (es el violinista que sale el último, cuando ya todos están en su puesto y que comprueba la correcta afinación de la orquesta. También lo podemos reconocer porque es el que más cerca se sienta del público, en la primera fila de los violines primeros).
*En una Zarzuela no se aplaude cuando sale la orquesta porque no se ve, ya que se coloca en el foso.
El siguiente aplauso tiene que producirse cuando el director se dirige al podio, es otra muestra de cortesía y de saludo a éste. Cuando hay solistas, vocales o instrumentales, salen al mismo tiempo que el director, así que no hay duda.

Otra norma básica es que hay que aplaudir al final de cada obra, nunca cuando concluye alguna de sus partes. He aquí el dilema y la confusión que podemos tener si no conocemos el repertorio del concierto. En el programa de mano, si está bien hecho, se indican los movimientos de cada obra. Pero si no es así, los músicos suelen darnos “pistas” sobre cuando aplaudir: normalmente en ese momento el intérprete relaja sus brazos y los deja caer a lo largo del cuerpo.
En una ópera, por ejemplo, se aplaude al final de la obertura (lo primero que tocan, sin cantar) y después de cada acto (esto es, cuando baja el telón), aunque hay posturas diferenciadas. Unos opinan que hay que aplaudir en cuanto termina un aria como símbolo de reconocimiento. Otros, entre los cuales me incluyo, creemos que esto interrumpe la acción dramática y el desarrollo argumental de la obra y preferimos esperar a que termine el acto o al final, cuando tendremos tiempo de sobra para alimentar el ego de los cantantes.
*En los conciertos que se celebran en las iglesias no debe aplaudirse, por respeto al lugar.
Al final de la obra, se puede aplaudir todo el tiempo que se quiera, sobre todo si se intenta conseguir una propina. Solamente se permite gritar, discretamente, un “bravo” o “brava” si la cantante o intérprete es femenina.

Finalmente, si sabemos lo que vamos a escuchar, podemos deducir aproximadamente las partes que debe tener cada obra.

Obras de un solo movimiento: Nocturno, vals, lied, mazurca, polca, polonesa, vals, minué, etc…
Obras con 3 o 4 movimientos: Sonata, Sinfonía (las de Beethoven tienen todas 4 movimientos, menos la sexta que tiene 5. La nº34 en Do M K338 de Mozart tiene 3, las demás 4 también); Suite (las piezas básicas son preludio-allemande-courante-zarabanda-giga, y luego suele tener alguna más que puede variar), Concierto (para un instrumento y orquesta, o concierto Grosso para un grupo de instrumentos y orquesta), opera (obertura y los diferentes actos).
Más de 5 movimientos: Serenata, que puede tener hasta 10 movimientos (las del s.XVIII)
Y eso es todo, que disfruteis del concierto!

divendres, 2 de gener del 2009

Premio 6 palabras


Muchas gracias de nuevo, Bertha, por tu premio!!!

Según tus instrucciones quien recibe este premio tiene que difinirse a sí mismo con seis palabras... (ejem... vale, lo intentaré, aunque no me guste hacerlo):


torpe


extrovertida


despistada


alegre


idealista


y un poco histérica.


... Pero seguid leyendo! tal vez os guste algo, jejeje...


Y ahora tengo que conceder este premio a 5 blogs más. (Y estos cinco, a su vez, a otros 5 más...) Ahí va la lista:


1. Acuéstese por Dios, como no!

2. Romepower, a María.

3. A Graziano, por su blog Cave Canem.